Las pruebas más concluyentes acerca de las operaciones llevadas a cabo, listas de detenidos, torturados y desaparecidos, comunicaciones cifradas entre los servicios secretos de las dictaduras del Cono Sur, se encontraron en el barrio de Lambaré [Asunción, Paraguay] en 1992.*
Posteriormente, “una búsqueda similar, realizada en el cuartel general de la Policía Técnica paraguaya [contraparte del FBI estadounidense], sacó, a la luz más documentos reveladores. En total, se han rescatado unas cuatro toneladas de documentación” [S. Calloni 1994, 1998]. Documentos relativos al entrenamiento de los interrogadores, prueban la utilización del Manual de Instrucción de Fort Gullick [base militar estadounidense en la Zona del Canal de Panamá, anteriormente sede de la Escuela de las Américas]. Además existen referencias a estos procedimientos, en la lucha de contrainsurgencia, en carta del entonces embajador de EEUU en Paraguay [Timothy Towell] a la policía paraguaya. Informes reservados del FBI sobre organizaciones religiosas con sede en Europa y organismos pro DDHH revelan que la vigilancia no se limitaba sólo a políticos suramericanos. Aún más, había seguimiento de políticos estadounidenses que en opinión de la policía paraguaya intervenían en los asuntos internos de ese país. A estas actividades agréguese la evidencia que vincula directamente a la CIA en esta guerra sucia.**
Datos oficiales de los países implicados hablan de al menos 12,868 víctimas, entre muertos y desaparecidos, a manos de las dictaduras sudamericanas, aunque organismos de derechos humanos suben esa cifra hasta 35,000 personas:
Argentina: 8,961 muertos y desaparecidos [oficial], 30,000 [no oficial] por los servicios nacionales SIDE, SIPNA y AAA.
Brasil: 351 muertos por los organismos represores nacionales SNI y DOPS.
Chile: 3,197 muertos o desaparecidos por los servicios domésticos DINA y la CNI.
Paraguay: 70 muertos o desaparecidos [oficial] y 2,000 [no oficial] por los organismos locales SIP y DIPA.
Uruguay: 288 muertos o desaparecidos por los organismos SID y OCOA.
El reconocimiento oficial y reparaciones por estos crímenes han sido lentos y muchas veces se han extraviado en complejidades administrativas, legales y judiciales. Uno de los casos más extremos ha sido Brasil, que sólo en 1995 admitió la existencia de los desaparecidos luego de una fuerte presión internacional, así como la presencia de miembros de grupos paramilitares en cargos públicos de confianza, diplomáticos, etcétera [C. Tautz 1995].
NOTAS * En diciembre de 1992, el juez paraguayo José Fernández y el abogado y pedagogo Martín Almada, ex prisionero político de la dictadura de Strössner encontraron en una sede de la policía paraguaya en el barrio de Lambaré de Asunción, alrededor de cuatro toneladas de evidencias entre archivos y papeles acerca de las comunicaciones existentes entre las policías y servicios secretos de las dictaduras del Cono Sur, los nombres y filiación de todos los que fueron detenidos y torturados en los recintos de interrogación y torturas durante los 35 años de la dictadura de Strössner. Estos son los denominados “archivos del horror”. La periodista Stella Calloni describe los hallazgos del barrio Lambaré. “Algunas fotografías y registros incluían el país de origen de los prisioneros. Muchos eran de Argentina, Brasil o Chile. Los periodistas autorizados a buscar entre los caóticos archivos se apresuraron a fotocopiar cartas y documentos. Los primeros datos confirmaban el arresto y asesinato de políticos paraguayos cuya ‘desaparición’ había sido continuamente negada por la dictadura, además de la entrega e intercambio de prisioneros con otros países, particularmente Argentina, Chile y Uruguay” [S. Calloni S. 1994, 1998].
** En la investigación de Stella Calloni se prueba que “también la CIA trabajó con los paraguayos. El entonces Director delegado, Vernon Walters, visitó el país a principios de 1976 para entrevistarse con el jefe de estado mayor de Stroessner, Conrado Pappalardo, y otros altos oficiales. Pocas semanas después, Pappalardo le diría al Embajador estadounidense, George Landau, que Walters había aprobado un intento frustrado por obtener pasaportes falsos para dos agentes de la DINA chilena. Pappalardo dijo que estaba actuando bajo órdenes directas de Stroessner, que a su vez estaba haciendo un favor a Pinochet. Los chilenos, Armando Fernández Larios y Michael Townley, pensaban utilizar los pasaportes falsos para viajar a Estados Unidos como parte de su misión de asesinar a Orlando Letelier. Otro ejemplo de la cooperación de la CIA con Paraguay ocurrió al año siguiente. Una advertencia firmada por Guanes Serrano y dirigida a las ‘naciones amigas’, describe a un venezolano de nombre Omar Rossel como un ‘terrorista’. Guanes cita a la “CIA [USA]” como su fuente. En los Archivos paraguayos, se encuentra el curriculum vitae de Antonio Campos Alum, [archivo sin numerar]. El curriculum vitae de seis páginas incluye las fechas de sus estudios en instituciones militares de Estados Unidos y las fechas de los encuentros de la Liga Mundial Anticomunista, en los que él representaba a Paraguay” [S. Calloni 1994, 1998]. 09/06/08
La Escuela Francesa y la Seguridad Nacional. Por Héctor Vega La escuela francesa introduce el concepto del enemigo interior, y asigna especial valor al hecho cultural de la estrategia y las reacciones psicológicas del adversario. Trinquier es el ideólogo de la “guerra sucia” en Argentina con métodos como los secuestros, los vuelos de la muerte, la guerra psicológica, procedimientos que fueron utilizados en el Plan Cóndor.*
A estas asesorías en Suramérica se suma el General Paul Aussaresses -que trabajó bajo las órdenes de Trinquier- en 'Services Spéciaux'; fue además instructor en Fort Braga, de Fuerzas Especiales y antiterroristas de Estados Unidos. Las investigaciones del juez Le Loire en Francia, destinadas a establecer las actividades y conexiones de los militares franceses con la guerra sucia en Argentina, permiten conocer las actividades de Aussaresses a partir de 1975, fecha en que asumió el cargo de agregado militar en la Embajada francesa de Brasil. **
Los textos de otros generales franceses como Beaufre, Salan, Château-Jobert, son estudiados por los militares argentinos y constituyen el eje teórico de la guerra contrarrevolucionaria. Durante las audiciones televisivas en Francia, sobre las actuaciones de Aussaresses [2003] surgía la reflexión sobre cómo estos militares pasaron sin mayores complicaciones, de la Resistencia [segunda Guerra Mundial en Francia] o de la guerra en Indochina, a la guerra sucia. La explicación más plausible parecía ser que el conflicto suramericano sobrepasaba el contexto colonial francés y por interpósito país se inscribía en la confrontación mundial entre la URSS y el “mundo libre”. ***
Se consagra así en las dictaduras militares del Cono Sur la práctica del terrorismo de Estado.
NOTAS
* Existen dos documentos desclasificados que prueban que Francia estaba al corriente del Plan Cóndor en el momento de su ejecución. Eduardo Febbro en su trabajo sobre la guerra de Argelia concluye que “apenas comenzado en siglo XXI, el general Paul Aussaresses y el juez Roger Le Loire abrieron uno de los capítulos más secretos de los estragos que causaron los oficiales franceses más allá de sus fronteras”. Cf. Eduardo Febbro Número 130, 06/07/01 14 Raby al-Thaany 1422 A.H. Existe una versión posterior, en francés, sobre los mismos hechos en Maurice Lemoine Le Monde Diplomatique. Edición de Noviembre 2004, p. 32.
** Bajo una acusación preliminar de “apología de crímenes de guerra” por las escalofriantes confesiones aparecidas en el libro “Servicios especiales, Argelia 1955-1957”, Aussaresses se mostró asombrado por el hecho de que lo hayan vinculado “con una historia semejante”. Según su abogado, Maître Gilbert Collard, el General, que hoy tiene 82 años, aseguró que durante sus misiones en Argelia “fue un general que actuó en el marco de órdenes republicanas”. El general francés agregó luego que era “un general republicano” y que “vomitaba y despreciaba profundamente al general Pinochet”. E. Febbro [2001]. *** En septiembre de 2003, se presentó en el Canal Plus de Francia el film documental [60’] “Escuadrones de la muerte: la escuela francesa” [Les escadrons de la mort: L’école française] de la periodista e historiadora francesa, Marie-Monique Robin, quien desnudó la participación de veteranos franceses de las guerras de Argelia e Indochina en el entrenamiento y adoctrinamiento de militares latinoamericanos con técnicas de inteligencia, contrainsurgencia y tortura. La filiación de estos militares franceses llega a elementos que participaron en el gobierno de Vichy y que escaparon de la justicia con ayuda del Vaticano y organizaciones como la Cité Catholique, en la cual, reporta el documental, militaba el “soldado monje” Georges Grasset, ex guía espiritual de la Organización del Ejército secreto [OAS, Organisation armée secrète]. En el film se entrevista al general chileno Manuel Contreras, jefe de la DINA; y a los generales argentinos Ramón Genaro Díaz Bessone, Albano Harguindeguy y Reynaldo Bignone [Véase, Diego Battle [2004]. 09/06/08
[1] Héctor Vega es Director de Fortinmapocho.com
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