Robert Reich, Secretario de Trabajo en los EEUU en la administracion Clinton, destacó la semana pasada que otra economia es necesaria por el avance de la tecnologia. La tecnologia cada vez más reduce el campo del factor trabajo en la produccion.
Ver comentarios y argumento detallado de la autoría del Profesor filósofo, abogado y economista norteamericano Howard Richards http://repensar.cl/la-posibilidad-y-la-necesidad-de-la-economia-solidaria/
ARTICULO DE ROBERT REICH
Ahora es posible vender un Nuevo producto a cientos de millones de personas sin la ayuda de muchos, y probablemente ninguno para producirlo o distribuirlo. En sus comienzos, en 1988, Kodak, la compañía americana ícono de la fotografía, tenía 145 mil empleados. En 2012, Kodak se declaró en quiebra.
El mismo año en que Kodak quebró, Instagram, la nueva compañía mundial de fotografía, tenía 13 empleados sirviendo a 30 millones de clientes. El ratio de productores a clientes ha seguido en baja pronunciada.
Cuando Facebook compró “WhatsApp” [el mensajero de apps] por 19 mil millones de dólares, WhatsApp tenía 55 empleados prestando servicios a 450 millones de clientes. Un amigo trabajando desde su casa en Tucson, recientemente inventó una maquinaria que puede encontrar partículas de ciertos elementos en el aire. Ya ha vendido cientos de estas máquinas a través de Internet a clientes de todo el mundo. El las fabrica en su garaje con una impresora 3D. Hasta el momento su negocio depende de una sola persona –el mismo.
Nuevas tecnologías no son sólo ahorradoras de trabajo.
Constituyen además reemplazo del conocimiento. La combinación de sensores avanzados, reconocimiento de la voz, inteligencia artificial, cantidad importante de datos, minería, modelos algoritmos de reconocimiento, están generando robots inteligentes capaz de aprender rápidamente acciones humanas, aún aprendiendo entre robots.
Si Usted piensa que es un profesional haga su trabajo con seguridad, piense nuevamente.
Los dos sectores de la economía con mayor número de profesionales –salud y educación- están siendo sometidos a un creciente ahorro de costos. Máquinas experto dominarán el mercado.
Estamos en el inicio de una ola de instrumentos móviles capaces de medir todo, desde su colesterol hasta su presión sanguínea, junto con software capaz de diagnosticar su significado y qué debe hacerse.
En los próximos años, estos software apps harán muchos de las cosas que los médicos, enfermeras y técnicos hacen hoy día [ultrasonidos, escáner CT y electrocardiogramas].
Mientras tanto, desaparecerán muchos de los trabajos de profesores y profesores universitarios, los que serán reemplazados por cursos online y libros de textos online interactivos.
¿Cómo terminará esto?
Imagine una caja pequeña –llamémosla “para todas las cosas”– capaz de producir cualquier cosa que Usted desee –, en síntesis, una moderna caja de Aladino. Usted le dirá simplemente lo que Usted quiera y –presto– el objeto de su deseo estará a sus pies.
Esta máquina “para todas las cosas” hace todo lo que Usted quiera. Dar masajes, arrimarle sus pantuflas, lavar su ropa, plancharla y plegarla.
Este “para todas las cosas” será la mejor máquina que nunca se haya inventado.
El único problema es que nadie estará en capacidad de comprarla. Esto es así pues ya nadie más podrá ganar dinero, puesto que “para todas las cosas” hará todo.
Obviamente esto es maravilloso, pero cuanto más pueda hacerse por cada vez menos individuos, los beneficios irán a un cada vez más pequeño círculo de ejecutivos e inventores propietarios.
Uno de los jóvenes fundadores de WhatsApp, el gerente ejecutivo Jan Koum, tenía un 45% de acciones de la compañía cuando Facebook la compró lo cual el reporto 6 mil 800 millones de dólares.
El Co-fundador Brian Acton obtuvo 3 mil millones de dólares por su 20% de participación.
Cada uno de los primeros empleados figuró con un 1% de la torta, lo cual presuntivamente le permitió recolectar 160 millones de dólares cada uno.
Mientras tanto, el resto de nosotros no podrá obtener lo único que la tecnología no puede proveer –, a saber el contacto y cuidados humanos. Pero esta suerte de tareas con contacto humano paga muy poco.
Esto significa que muchos de nosotros tendrá menos y menos dinero para comprar la fantástica pila de productos y servicios producida en abundancia por tecnologías blockbuster –por cuanto estas mismas tecnologías suplantarán trabajos depreciando con ello nuestra paga.
Necesitamos un nuevo modelo económico.
El modelo económico que dominó la mayor parte del siglo veinte fue la producción en masa para el consumo en masa de la mayoría.
Los trabajadores eran los consumidores; los consumidores eran los trabajadores. Cuando los salarios aumentaron, la gente tenía más dinero para comprar las cosas que ellos mismos u otros producían –por ejemplo cámaras Kodak.
Todo lo cual concluía en más trabajos y mayor paga.
Este círculo virtuoso se está desintegrando. Una producción futura casi ilimitada por un número cada vez menor, para cualquiera que pueda proveérsela, es una receta para el colapso social y económico.
El problema subyacente no será el número de trabajos. Será –ya lo es– la distribución de los ingresos y la riqueza.
¿Qué hacer?
Redistribución ha llegado a ser una mala palabra.
Pero la economía contra la cual nos estamos estrellando –en la cual más y más de lo que generamos está producida por menos y menos gente que cosechan todos los ingresos, dejando al resto de nosotros sin un poder de compra suficiente –no puede funcionar.
* Robert Reich, es profesor de Politicas Públicas de la Universidad de California en Berkeley y Miembro Senior del Centro Blum para economías en desarrollo, fue Secretario del Trabajo en la administración Clinton. El Time Magazine lo nominó uno de los diez más efectivos secretarios de Gabinete del siglo veinte. Ha escrito trece libros, inclyuendo los best sellers “Aftershock” y “The Work of Nations”. Su último libro es “Beyond Outrage”, está disponible en paperback. Es también Editor fundador del American Prospect magazine y presidente de “Common Cause”. Su nuevo film, “Inequality for All”, está disponible en Netflix, iTunes, DVD y por demanda.
Imagen: Robert Reich
07/04/2015
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