Eran los tiempos que habíamos logrado instalar, después de mucho bregar, una Comisión Especial para Investigar la Tributación de la Gran Minería del Cobre en Chile, con sólidos argumentos, nos habíamos negado a votar favorablemente el Proyecto del Tratado Minero entre Chile y Argentina, tanto en la Comisión de Hacienda del Senado, como en la de Minería, siendo el Presidente de ellas. Rechazar ese proyecto, era la única manera de evitar que se instalase la Barrick-Gol en Chile, con Pascua Lama.
En mi programa tenía la convicción que los recursos naturales, en especial el cobre, debería ser explotado directamente por el Estado Chileno y tal como lo había hecho Eduardo Frei Montalva con la Chilenización del cobre. Más tarde, Salvador Allende Nacionalizó el cobre.
En ambos procesos fui uno de sus más decididos partidarios. Además en forma reciente, y en conocimiento de mi posición, las fuerzas progresistas y de Izquierda, me habían proclamado su candidato a la Presidencia de la República.
Estos fueron los detonantes que llevaron adelante los grandes intereses económicos para sacarme del Senado, tal como lo reconoció en forma pública el Fiscal Armendáriz. “Me conformo con sacarlo del Senado”.
Así comenzó la demoledora acción para llevar adelante un montaje que culminaría en un juicio abreviado lleno de irregularidades procesales atentatorias a todo debido proceso. Como los hechos en que presionaron a testigos que declararan en mi contra, pronto, los testigos reconocerían ante notario, que el fiscal les había pagado gruesas sumas de dinero para que declararan en el proceso, mintiendo y en contra mía.
Nunca se había visto una cosa así en el Poder Judicial. Sin embargo, esto no bastó. El juicio oral se dejó de lado por falta de pruebas concretas y el procedimiento se trasladó a un juicio abreviado, procedimiento que no requiere de pruebas, pero si, el acuerdo expreso del imputado. Como no lo obtuvieron de mi persona presionaron a mi abogado, quien en contra de todo debido proceso y contra mi voluntad aceptó las propuestas del fiscal.
Todo esto está en mi libro “Asesinato de Imagen”, con documentos irrefutables, por cierto ninguno de los involucrados se ha atrevido a contestar o querellarse. Ref. “Asesinato de Imagen”, pag.web.www.jorgelavandero.cl.
Pero vamos al origen de todo, el cobre
Quiero recordar la notable polémica sostenida y recogida también en el Mostrador, en esos años y hasta ahora, pero por sobre todo, la tan extraordinaria visión de Pablo Neruda, con su poema,” Los Abogados del Dólar.
No hay dudas que él, junto a Luis Emilio Recabarren, Salvador Allende, Radomiro Tomic y sin falsa modestia, yo mismo, nos constituimos, unos; como precursores, y otros, como continuadores de las batallas para recuperar o nacionalizar nuestra principal riqueza.
Recordando la interesante entrevista, tan vigente para los falsos profetas, como son algunos economistas abogados, Ministros, Parlamentarios y Presidentes de la República, que sobornados por los grandes intereses, han actuado en contra de los intereses de la Nación. Le han torcido la nariz a los clásicos de la economía que echaron las bases de los principios económicos. Todo lo cual se volvió finalmente contra los intereses del pueblo. Allí está la respuesta a la clase política que aún se sorprende de la nula credibilidad que tienen a los ojos del pueblo. Por sus actividades los conocen.
Véase El Mostrador [1 junio, 2004]
La carta “Neruda y El Royalty” del Senador Jorge Lavandero, publicada el 6 de Mayo de 2004 en la sección 'Cartas al Director', de 'El Mercurio', abrió una polémica que duró algunas semanas. Participamos en esa polémica enviando tres cartas. Las dos últimas fueron publicadas en las ediciones de El Mercurio del 17 y 21 de mayo.
La primera carta era una respuesta a un breve comentario enviado desde Estados Unidos, que pretendía descalificar la relación que el Senador Lavandero hizo del poema de Neruda titulado “Los abogados del dólar”, afirmando ''que la poesía es muy diferente de las ciencias de la economía''.
En nuestra primera carta, que no fue publicada, fundamentamos el planteamiento de que el poema de Neruda se corresponde con los fundamentos de la ciencia económica y con la historia económica sobre la renta minera o royalty de los recursos naturales y la expropiación de esos recursos naturales, por las grandes empresas de los países desarrollados.
En esta V Parte de la serie, publicamos la Carta del Senador Lavandero, la Carta de Rodolfo Salman, desde los Estados Unidos, y nuestra propia carta.
Carta del Senador Lavandero
''A propósito del debate sobre el establecimiento del royalty para la minería, parece necesario explicar la situación en forma sencilla. Si yo soy dueño de una propiedad o de un producto y lo arriendo o lo doy en concesión, ¿qué es lo que cobro? ¿Un impuesto o una renta de arrendamiento?
Si el Estado es constitucionalmente el dueño del cobre y sólo lo entrega en arriendo o concesión, ¿qué es lo que cobra? ¿Un impuesto o una renta de arrendamiento [renta minera o royalty]?
Las cosas son como son por su naturaleza y no como algunos, torciendo la nariz, quieren que sean.
Si el cobre es sólo un producto de exportación y si 120 países cobran el royalty o renta minera y Chile no lo cobra, lo que estamos haciendo no sólo es discriminar en contra de Chile, sino dándoles un subsidio a las empresas extranjeras y a los consumidores que usan nuestro cobre en Chile.
Todos los recursos naturales pagan cuotas o royalty y cumplen regulaciones, salvo el cobre. Entonces, además de la discriminación interna, se hace también un favor a las empresas cupríferas extranjeras, tal como se hace con el DL 600, que discrimina a los chilenos para favorecer las inversiones extranjeras.
Creo que esta situación queda bastante ilustrada con el famoso poema de Pablo Neruda, que a continuación reproduzco en sus primeros párrafos:
Los Abogados del Dólar. Pablo Neruda [Canto General]
Infierno americano, pan nuestro
Empapado en veneno, hay otra
Lengua en tu pérfida fogata
Es el abogado criollo de la compañía extranjera
Es el que remacha los grillos
de la esclavitud en su patria,
y desdeñoso se pasea
con la casta de gerentes
mirando con aire supremo
nuestras banderas harapientas.
Cuando llegan de Nueva York
las avanzadas imperiales,
ingenieros, calculadores,
agrimensores, expertos
y miden tierra conquistada
estaño, petróleo, bananas,
nitrato, cobre, manganeso,
azúcar, hierro, caucho, tierra,
se adelanta un enano oscuro,
con una sonrisa amarilla,
y aconseja, con suavidad,
a los invasores recientes:
No es necesario pagar tanto
a estos nativos, sería
torpe, señores, elevar
estos salarios. No conviene.
Estos rotos, estos cholitos
no sabrían sino embriagarse
con tanta plata. No, por Dios.
Son primitivos, poco más
que bestias, los conozco mucho.
No vayan a pagarles tanto''.
Hasta aquí el poema de Pablo Neruda
A continuación la escueta y descalificatoria frase desde EEUU de Rodolfo Salman
''En relación con la carta 'Royalty y Neruda', yo le diría al senador Lavandero que distinto es la poesía que las ciencias de la economía''.
Mi respuesta fue la siguiente.
Rodolfo Salman, desde Estados Unidos, afirma sin ningún fundamento lo siguiente: ''En relación con la Carta 'Royalty y Neruda', yo le diría al Senador Lavandero que distinto es la poesía de las ciencias de la economía''.
Por mi parte, yo le diría a Rodolfo Salman que el poema de Neruda, citado por Lavandero, es una excelente síntesis poética relacionada con el royalty o renta de los recursos naturales en la ciencia económica, en la historia económica y estrechamente vinculada con la renta -o royalty al cobre como principal riqueza básica del país que se discute en Chile en la actualidad.
Adam Smith el padre del neoliberalismo y de la globalización actual de la economía mundial, en su libro 'La Investigación sobre la Naturaleza y Causa de la Riqueza de las Naciones' [1766], trata el tema de la renta -o royalty- en muchas partes de su libro. Incluso, le dedica un capítulo especial titulado 'De la Renta de la Tierra'. Allí, dice: que 'La renta, considerada como el precio que se paga por el uso de la tierra...'. También Smith analiza la renta de minas de carbón, de plata y de cobre: Al respecto, señala que los